Berlín vivió anoche la confirmación de los peores presagios sobre la posibilidad de un ataque terrorista aprovechando las concentraciones masivas de la vísperas de la Navidad. Un camión invadió el mercadillo navideño instalado al pie de la iglesia "Memorial Kaiser Guillermo", uno de los edificios más singulares de la capital alemana, y causó la muerte de al menos nueve personas, además de medio centenar de heridos. El conductor del vehículo -de grandes dimensiones, cargado con vigas y de matrícula polaca- consiguió huir mientras que su copiloto falleció en la colisión. La policía detuvo como sospechoso en el entorno de los hechos, en la Breitscheidplatz, a un checheno y su investigación apuntaba, al cierre de esta edición, a un acto terrorista de similar concepción al que el verano pasado causó la muerte de 85 personas y más de trescientos heridos en Niza.

Según testigos presenciales, el camión iba a poco más de 60 kilómetros por hora y no hizo ademán de frenar. Ariel Zurawski, propietario de una empresa de transportes polaca, identificó el vehículo como de su propiedad y explicó que lo conducía su primo. Zurawski, "conmocionado", estaba anoche convencido de que su primo, un conductor experimentado con años en la profesión, no pudo cometer ningún atentado. La empresa no consiguió contactar con el camión desde las cuatro de la tarde de ayer y la entrega de la mercancía se había retrasado hasta hoy.

El probable atentado provocó una alerta general en Berlín. la policía llamó a los ciudadanos a quedarse en su casa, una advertencia que se intensificó después de en las inmediaciones de la zona invadida se hallara un paquete sospechoso. La Fiscalía dirige las investigaciones.

Haz click para ampliar el gráfico