El primer ministro italiano, el centroizquierdista Matteo Renzi (PD), formalizó ayer su dimisión ante el presidente de la República, Sergio Mattarella, quien hoy comenzará una ronda de consultas con los líderes parlamentarios para determinar quién lo sustituirá al frente del nuevo Ejecutivo. Renzi presentó su dimisión por la tarde, después de que a mediodía el Senado aprobase sin debate parlamentario los Presupuestos de 2017, presentados como una moción de confianza.

Renzi ya había presentado su renuncia al frente del Gobierno el pasado lunes, un día después de ser derrotado, con casi un 60% de votos en contra, en el referéndum sobre la reforma constitucional que había sacado adelante sin consenso en el Parlamento. Pero el lunes Mattarella le pidió que pospusiese su renuncia hasta la aprobación de los Presupuestos, que incluyen los compromisos de déficit alcanzados con Bruselas. De igual modo, ayer le pidió que siga al frente de los asuntos corrientes hasta que se forme el nuevo Gobierno.

Nombres que suenan

Entre los nombres que suenan para sustituir a Renzi se encuentran el de su ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, o el del presidente del Senado, Pietro Grasso. Quien se ponga al frente del nuevo Gobierno deberá, entre otras cosas, impulsar la puesta en marcha de una reforma de la ley electoral para poder convocar unos comicios generales.

En Italia actualmente rigen dos leyes electorales, una para la Cámara de los Diputados y otra para el Senado, y la que afecta a la Cámara Alta ha sido declarada en parte inconstitucional por lo que se considera necesario impulsar una nueva que homogeneice el sistema.

Mientras el jefe del Estado, que es quien tiene en Italia la facultad de disolver el Parlamento y convocar elecciones, lidia con la formación de un nuevo Ejecutivo, desde la oposición partidos como la xenófoba y derechista Liga Norte o el populista de izquierdas Movimiento Cinco Estrellas piden que se celebren elecciones lo antes posible para rentabilizar el efecto de su victoria en el referéndum del domingo.

Con todo, Renzi, que mantiene sus ambiciones políticas, se reunió ayer con la cúpula de su partido, al que planteó una disyuntiva: formar un Gobierno con la participación de todos los grupos políticos o ir a elecciones anticipadas en 2017. La fecha regular establecida para los comicios es marzo de 2018.

Renzi trasladó a los dirigentes del PD que el partido no debe cargar en solitario con la salida a la crisis y puso de manifiesto que el 40% de votos favorables a su reforma es una buena renta para hacer frente a unos comicios.