El primer ministro francés, el socialista Manuel Valls, confirmó ayer por la tarde que se presentará a las primarias socialistas para disputar la Presidencia de Francia en las elecciones de abril y mayo de 2017, y anunció que hoy hará efectiva su dimisión al frente del Gobierno ante el presidente Hollande.

"Sí, soy candidato a la Presidencia de la República", dijo nada más comenzar un discurso desde el ayuntamiento de la ciudad de Evry, de la que fue alcalde durante once años (2001-2012), antes de añadir que, aunque la ley no le obliga a ello, dimitirá como "premier" para lanzar sus propuestas a los franceses "en toda libertad".

Derrotismo

Frente al derrotismo imperante en la izquierda por las escasas opciones que dan las encuestas a cualquier candidato, Valls se mostró combativo y recordó que "nada está escrito", por lo que llamó a todo el mundo a "movilizarse en masa en enero", mes en el que los socialistas celebrarán sus primarias.

El jefe del Gobierno exhibió su experiencia como primer ministro y como titular del Interior para garantizar una Francia independiente frente a los presidentes de China, Estados Unidos, Rusia o Turquía.

Y al mismo tiempo lanzó su primer llamamiento a la unidad de la izquierda, que presentará a varios candidatos en la primera ronda de las presidenciales: "Hoy tengo una responsabilidad, unir. Mi candidatura es la de la reconciliación".

"Quiero dar todo a Francia, que tanto me ha dado", señaló Valls, hijo de español e italiana, y que no obtuvo la nacionalidad francesa hasta los 20 años.

Valls compareció rodeado por una representación multiétnica vecinos de Evry, y tras un atril en el que se leía el eslogan: "Hacer ganar a todo lo que nos une".