El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró ayer que la quema de la bandera, algo que el Tribunal Supremo considera protegido constitucionalmente bajo libertad de expresión, debería acarrear "consecuencias" como "la pérdida de la ciudadanía" o pasar "un año en la cárcel".

Trump lanzó esta advertencia a través de Twitter, el mismo medio del que el lunes se valió para amenazar con revertir la normalización de relaciones con Cuba si el régimen no muestra signos evidentes de apertura en asuntos como derechos y libertades.

Ésta fue la segunda intervención de Trump en la actualidad informativa de la jornada. Antes, el magnate había anunciado que el congresista republicano Tom Price, un feroz crítico de la reforma sanitaria del presidente Obama, se encargará de la Secretaría de Sanidad.

La elección de Price, que debe ser ratificada por el Senado después de que Trump asuma el cargo el 20 de enero, demuestra que la nueva administración quiere enterrar la reforma sanitaria aprobada en 2010.

Price, un cirujano ortopédico, ha sido durante años uno de los mayores detractores de la reforma sanitaria que ha aumentado el número de estadounidenses con seguro médico privado y público, pero cuya puesta en marcha ha estado llena de problemas de ejecución.

"Está excepcionalmente cualificado para liderar el compromiso de revocar y reemplazar el 'Obamacare'", dijo Trump en un comunicado, que se refiere a la reforma sanitaria con el nombre que le dieron los republicanos.

Posible fraude

Por otro lado, el Partido Verde pidió ayer un recuento de los votos de las elecciones presidenciales en el Estado Pensilvania, pese a que no hay pruebas de fraude. Además de en Pensilvania y Wisconsin, los Verdes han prometido solicitar un recuento en Michigan. El Partido Demócratase ha sumado a la petición.