Fidel Castro era conocido por el verbo interminable que se gastaba en sus discursos. Es famoso uno de 1959, en el que habló nueve horas. De ellos sale un ramillete de frases que han quedado para la historia, a la que apeló directamente para justificarse en la más conocida de todas, pronunciada en el juicio en el que fue condenado a 15 años de cárcel por el asalto al cuartel Moncada en 1953: "Condenadme, no importa. La historia me absolverá".

La célebre "¡Patria o muerte!" la pronunció el 5 de marzo de 1960, en un discurso en el funeral por las víctimas que causó la explosión del barco francés "La Coubre". Desde entonces la usó para cerrar sus alocuciones.

| "Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada". La pronunció para advertir a los intelectuales cubanos que ya en 1961 se quejaban de las restricciones a las que los sometía el régimen.

| "Los hombres mueren, el Partido es inmortal". Esta máxima fue acuñada en 1973, en el veinte aniversario del asalto al cuartel Moncada. También la utilizó como lema desde entonces.

| "El que necesita armas es el imperialismo, porque está huérfano de ideas". Esta sale del discurso de clausura de un encuentro sobre la deuda externa de América Latina y el Caribe, pronunciado en La Habana en 1985.

| "¡Socialismo o muerte!, ¡marxismo-leninismo o muerte!". Epílogo del discurso que Castro dirigió el 1 de enero de 1989 a los asistentes al acto del XXX aniversario del triunfo de la Revolución.