El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó ayer en Atenas que la democracia en su país "es más grande que cualquier persona", y por eso es importante garantizar una "transición pacífica del poder". Obama cerró ayer su visita a Grecia, primer escala de su gira europea, y se dirigió a Berlín, donde anoche se entrevistó con la canciller Merkel y hoy mantendrá una cumbre con los máximos dirigentes de Alemania, Francia, Italia, España y Reino Unido.

"El próximo presidente, Donald Trump, y yo no podríamos ser más distintos. Tenemos puntos de vista distintos, pero la democracia estadounidense es más grande que cualquier persona", fueron las palabras de Obama en un discurso en la fundación cultural Stavros Niarchos.

Fundamentalismos

En la misma alocución, el presidente saliente de EE UU proclamó que la OTAN es "más fuerte que los fundamentalismos" que amenazan la democracia, con el yihadismo a la cabeza, y recalcó que la Alianza Atlántica "es más fuerte que nunca", a la vez que garantizó el compromiso de su país con la Alianza, al margen de quien ocupe la Casa Blanca cada cuatro años.

Obama expresó su esperanza asimismo en que la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos no implique cambios en las relaciones de Washington con sus aliados, en contra de las intenciones expresadas en campaña por el republicano.

Desde la cuna de la democracia, y tras visitar la Acrópolis ateniense, Obama defendió la grandeza de este sistema: "Somos más fuertes que los terroristas, los fundamentalistas y los absolutistas, que no toleran la diferencia, que intentan cambiar la forma de vida de la gente mediante la violencia y que quieren que renunciemos a nuestros valores".

Contraste

En contraste con el optimismo oficial de Obama, la realidad en Estados Unidos es que una ola de intolerancia recorre el país desde la elección de Trump, hace una semana, con al menos 432 agresiones registradas contracolectivos inmigrantes, negros, homosexuales, musulmanes, hispanos y mujeres.

Desde el pasado miércoles se suceden historias de intimidaciones, insultos, amenazas y pintadas con mensajes supremacistas blancos, homófobos y misóginos que celebran explícitamente la victoria de Trump.

La organización Southern Poverty Law Center, que lucha desde 1971 contra la intolerancia, ha recopilado los incidentes recogidos en la prensa local, las redes sociales y una plataforma de su página web en la que los ciudadanos pueden denunciar incidentes cuya motivación es el odio.