La intervención del FBI en la recta final de la campaña presidencial estadounidense sigue conmocionando los últimos compases de la batalla política por la Casa Blanca. El asesor de Donald Trump y alcalde de Nueva York el 11-S, Rudolph Giuliani, reveló ayer a la cadena conservadora Fox que el candidato republicano tenía conocimiento de antemano de que el FBI iba a anunciar una nueva investigación sobre los correos de su rival demócrata, Hillary Clinton. El anuncio del FBI, el viernes de la pasada semana, hizo remontar a Trump en las encuestas, que ayer, a tres días de las elecciones, seguían arrojando un empate técnico aunque con una leve recuperación de la exsecretaria de Estado.

"Yo no he tenido nada que ver en eso. Pero ¿sabía yo que iba a pasar? Sí. Vamos que si lo sabía", explicó Giuliani al programa Fox and Friends, ante el que citó como fuente a antiguos agentes del FBI. "Es que no puedo ni repetir el lenguaje que escuché emplear a esos ex agentes", añadió.

Durante la entrevista, Giuliani explicó el actual choque entre el Gobierno y el FBI sobre las supuestas actuaciones partidistas de la Policía Federal a favor de Trump. "Lo que sé, a través de antiguos agentes, es que ahora mismo hay una revolución en el FBI, y que está llegando a su punto álgido", explicó.

Una revolución que Giuliani achaca a "agentes independientes" que habrían ejercido presión para que el director del FBI, James Comey, ordenara una nueva investigación sobre los correos electrónicos de Clinton cuando era secretaria de Estado. "Esta intervención se debe a la presión de un grupo de agentes que no tienen intereses políticos", sostuvo el ex alcalde de Nueva York.

En Reino Unido, el diario británico "The Guardian" completó la información sobre este escándalo, asegurando a través de múltiples fuentes del FBI, la existencia de una "profunda antipatía" hacia Clinton en su seno. "Para muchos, ella es el Anticristo hecho persona. El FBI es 'Trumplandia'", añadieron las fuentes.

Para sus detractores de la Policía Federal, Clinton es una "política corrupta" y eso es un motivo que los agentes favorables a Trump han esgrimido -dentro de la atmósfera "caótica" que vive estos días el FBI- para obligar a Comey a reabrir una investigación que ya estaba cerrada sin consecuencias para Clinton.

Los agentes, además, estaban "furiosos", prosigue el rotativo británico, porque el propio Comey había descartado previamente emprender cualquier acción legal contra Clinton por el uso negligente de su servidor privado para hacer circular información confidencial.