El Tribunal Superior de Londres (TSL) dictaminó ayer que el Gobierno de la primera ministra, la conservadora Theresa May, debe recibir la autorización previa del Parlamento para poner en marcha el "Brexit" o salida de la Unión Europea. En un veredicto histórico, los jueces dieron la razón a un grupo de ciudadanos que pusieron en duda que el Ejecutivo pueda iniciar el proceso de desconexión de la UE sin convocar previamente una votación parlamentaria y acogiéndose en exclusiva a los resultados del referéndum del pasado 23 de junio.

May había defendido hasta ahora que no era necesario que los parlamentarios se pronunciaran porque ya lo habían hecho los ciudadanos y había adelantado que iniciaría el proceso formal de salida antes de finales de marzo del próximo año.

El juez jefe del TSL John Thomas aclaró que la decisión "es una pura cuestión legal". "El tribunal no valora ni expresa ninguna opinión sobre los méritos de abandonar la Unión Europea: esa es una cuestión política", dijo.

Tras conocer el dictamen, el ministro de Comercio Internacional, Liam Fox, anunció que el Gobierno recurrirá el dictamen ante el Tribunal Supremo, la máxima autoridad judicial británica, cuyo pronunciamiento podría producirse antes de fines de año.

"El Gobierno está decepcionado con la decisión del tribunal", declaró Fox en la Cámara de los Comunes. "El país votó por salir de la Unión Europea en un referéndum aprobado por una ley del Parlamento, y el Gobierno está decidido a respetar el resultado del referéndum", en el que casi un 52% de los británicos apoyó abandonar el bloque europeo, añadió.

Por su parte, Gina Miller, una de las ciudadanas que planteó el caso ante el Superior, saludó el dictamen y pidió al Ejecutivo que tome "la sabia decisión de no apelar". Al plantear su petición de revisión judicial, Miller, directora de un fondo de inversión, expresó su deseo de acabar con "un entorno legal" en el que el Gobierno "puede pasar por encima del Parlamento".

Los partidos opositores Laborista, Liberal Demócrata y Verde se felicitaron por el veredicto, mientras que el líder en funciones del eurófobo UKIP, Nigel Farage, alertó de una posible "traición" a la voluntad popular.

"Temo que ahora se intentará todo para bloquear o retrasar la invocación del artículo 50. Si es así, (los diputados) no tienen ni idea del grado de indignación pública que provocarán", manifestó en un comunicado.

Una reacción completamente diferente a la que tuvieron los mercados, que siempre han visto la desconexión con malos ojos. La cotización de la libra experimentó una súbita revalorización tras conocerse la sentencia, hasta alcanzar su cambio más elevado frente al dólar en el último mes, superando los 1,24 dólares por libra. El 23 de junio, día de la consulta popular, la libra cotizaba a 1,48 dólares.

Desde Escocia, región que se pronunció por amplia mayoría (62%) contra el "Brexit", su ministra principal, la nacionalista Nicola Sturgeon, aseguró en tono crítico que la sentencia del TSL revela el "caos" y la "confusión" generados por el Gobierno de May. Sturgeon ya ha puesto en marcha un segundo referéndum de independencia para el caso de que se consume la desconexión.