El Ejército gubernamental sirio, apoyado por las milicias chiíes libanesas de Hezbolá, lanzó ayer una ofensiva contra las posiciones de los grupos yihadistas situados en el sur de Alepo. La tregua humanitaria declarada el jueves por sirios y rusos expiró el sábado por la tarde.

Las fuerzas gubernamentales, que habían recobrado ayer el control sobre una base militar y una torre de telefonía móvil cerca de la ciudad, reforzaron sus posiciones en las estratégicas colinas desde la que se avistan barrios de Alepo.

Según la agencia oficial rusa RIA Nóvosti, las tropas sirias y Hezbolá martillearon las posiciones del yihadista Frente al Nusra (Al Qaeda) con fuego de artillería, apoyados por la aviación gubernamental siria.

La Cancillería rusa advirtió que no prolongaría automáticamente la pausa humanitaria y que todo dependería de la situación sobre el terreno. Al final, la tregua no tuvo continuación.

Entre tanto, la OTAN anunció ayer que prepara el despliegue de sus aviones de vigilancia Awacs para que colaboren con la coalición internacional que combate al EI tanto en Siria como Irak.