La presencia de instructores turcos en suelo kurdo iraquí desató hace días la polémica entre Ankara y Bagdad, que exige la salida de esos soldados de Irak. Sin embargo, los turcos, que ejercen como asesores de tropas kurdas y de otras etnias, cuentan con el respaldo del Gobierno autónomo de Kurdistán, que, en la práctica, es independiente.

"Nos dicen que no entremos en Mosul. Pero compartimos una frontera de 350 kilómetros. ¿Cómo no vamos a entrar? Estamos bajo amenaza", dijo Erdogan desde Estambul.