El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció ayer que "Estados Unidos espía a todo el mundo, no es ninguna novedad". Y añadió: "De nuestro amigos y socios estadounidenses se puede esperar cualquier cosa".

"Es un secreto a voces. Hay testimonios de sobra. Gastan en ello miles de millones de dólares", agregó el jefe del Kremlin, que se encuentra en Goa (India) para participar en la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

Putin recordó que la CIA, la NSA y otras agencias estadounidenses vigilan tanto a los hipotéticos adversarios como a los aliados, incluidos los más próximos.

"No hay ninguna novedad en esto, salvo que es la primera vez que Estados Unidos reconoce a un nivel tan alto que lo practica y que llega a amenazar en cierto grado. Será porque están algo nerviosos", apostilló.

Putin se refería así a la información difundida el viernes por la cadena norteamericana NBC, que, citando fuentes de inteligencia, asegura que el Gobierno de EE UU se plantea lanzar un ataque cibernético "sin precedentes" contra Rusia en represalia por la presunta injerencia de Moscú en las elecciones presidenciales del próximo 8 de noviembre.

El mandatario insistió en que Rusia no tiene ninguna intención de influir en la campaña electoral norteamericana. "Quiero tranquilizar a todos, incluidos nuestros socios estadounidenses: no planeamos influir en la campaña electoral de Estados Unidos", aseguró, según recoge la agencia de noticias Sputnik.

El equipo de la candidata demócrata, Hillary Clinton, comparó el sábado el pirateo de los servidores de correo electrónico de la campaña con el escándalo Watergate e insistió en culpar, "sin ningún género de dudas", al Gobierno ruso, una hipótesis abonada por el candidato republicano, Donald Trump.