| Tres meses después del atentado de Niza que el pasado 14 de julio costó la vida a 86 personas, Francia escenificó ayer su unidad en la lucha contra el terror, en un homenaje a las víctimas encabezado por el presidente, François Hollande. Buena parte del Gobierno, las principales figuras de la oposición conservadora, las fuerzas del orden y el poder judicial acudieron al acto que simbolizó la unión frente al terrorismo que había saltado por los aires tras el atentado. Por eso Hollande admitió ayer que "lo que fue golpeado el 14 de julio fue la unidad nacional", aunque "fracasarán".