El presidente de EE UU, Barack Obama, emitió ayer un decreto (directiva presidencial) con el que pretende que, tras su salida de la Casa Blanca el próximo enero, la apertura hacia Cuba sea "irreversible". La directiva "consolida" los cambios adoptados por su Gobierno dentro de la normalización bilateral y busca promover "mayor compromiso" entre los dos países.

Un alto cargo de la Casa Blanca explicó que la importancia de una directiva presidencial como esta es que sustituye a cualquier otra previa sobre Cuba y pasa a ser el "manual" de actuación para el actual Gobierno y los próximos. Según la fuente, la directiva "formaliza" la nueva política hacia Cuba e "institucionaliza" los cambios adoptados, al establecer el papel y responsabilidad de cada agencia gubernamental en la nueva relación bilateral. En paralelo con la directiva de Obama, la Casa Blanca anunció nuevos levantamientos de las restricciones comerciales y de viaje respecto a Cuba.