El bombardeo lanzado por aviones de la coalición árabe comandada por Arabia Saudí en el Yemen dejó el sábado un rastro de 140 muertos. Las víctimas asistían al funeral de la madre de un ministro del Gobierno rebelde hutí. El ataque causó 525 heridos, según la ONU.

El bombardeo se produjo cuando en torno a un millar de personas expresaban sus condolencias a la familia del ministro rebelde del Interior, Yalal al Ruishan, en un salón de eventos del barrio residencial de Al Yamsín, en el sur de Saná.

Miles de yemeníes, muchos de ellos armados, se concentraron ante la sede de la ONU en Saná para protestar contra el ataque, que también fue objeto de reprobación internacional.

Tras la masacre, el Gobierno de EE UU anunció que revisará su apoyo a la coalición militar que lidera Arabia Saudí en el Yemen, y el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price, advirtió de que "la cooperación de seguridad de EE UU con Arabia Saudí no es un cheque en blanco".

El conflicto en Yemen estalló cuando los rebeldes chiíes ocuparon en septiembre de 2014 la capital y otras provincias del norte y centro del país, tras lo que el Gobierno yemení se trasladó a Adén. La guerra se recrudeció en marzo de 2015.