El expresidente colombiano Álvaro Uribe ofreció ayer al actual jefe de Estado, Juan Manuel Santos, una reunión para estudiar juntos los cambios que él considera precisos en el acuerdo de paz firmado con la guerrilla de las FARC. El acuerdo fue rechazado por algo más de 50.000 votos el pasado domingo en un referéndum que tuvo una participación del 37%. Uribe había encabezado el frente del "no" durante la campaña.

Con su propuesta, el senador Uribe, que el lunes se negó a acudir a una reunión de Santos con todos los grupos políticos parlamentarios, pretende constituirse como el polo necesario para desbloquear la situación, pese a que solo cuenta con 19 de los 166 diputados del Parlamento.

Uribe, quien denunció en campaña que el acuerdo de paz representa en la práctica la impunidad y premios para guerrilleros con graves delitos en su historial, se mostró ayer partidario de que se amnistíe al grueso de los guerrilleros de las FARC que no hayan cometido delitos graves. "Que se le dé amnistía a aquellos del grupo de las 5.700 personas (...) que no estén inclusos en delitos no aministiables a la luz de la legislación de hoy", dijo.

El acuerdo de paz firmado con las FARC ya recoge esta amnistía, aunque también prevé que quienes hayan incurrido en delitos que el Estatuto de Roma juzga graves -crímenes de lesa humanidad, torturas, abusos sexuales o reclutamiento de menores- solo afrontarán penas privativas de la libertad de hasta ocho años siempre que reconozcan haber cometido esos delitos.

Tras el rechazo en referéndum de los acuerdos de La Habana, tanto el Gobierno de Bogotá como las FARC anunciaron que el alto el fuego sigue vivo y que continuarán la búsqueda de una paz que ponga fin a 52 años de conflicto.