El escritor cristiano jordano Nahed Hattar fue asesinado ayer en Ammán, la capital del país, tras verse envuelto en un proceso judicial por difundir en las redes sociales una caricatura considerada blasfema por los islamistas radicales.

Un extremista disparó a Hattar frente al Palacio de Justicia de la capital de Jordania, donde el escritor tenía cita con los tribunales. Hattar, que murió en el hospital a consecuencia de sus heridas, era juzgado por compartir en su cuenta de Facebook una caricatura en la que se mostraba a un musulmán en el paraíso yaciendo en la cama con dos mujeres y pidiéndole a Alá que le sirva vino.

Hattar fue detenido el pasado agosto, pero quedó libre bajo fianza el pasado día 8 y fue acusado de publicar material que puede "provocar un conflicto sectario e insultar los sentimientos y las creencias religiosas".

El escritor, que en un primer momento se escondió pero acabó entregándose a la Justicia, aseguró que la viñeta solo refleja "el comportamiento de los terroristas" del grupo yihadista Estado Islámico (EI). No obstante, la caricatura no alude explícitamente al EI, por lo que el abogado habitual de Hattar rechazó defenderlo en este caso tan polémico.

En el dibujo, Alá pregunta a un hombre llamado Abu Saleh si todo le va bien en el Paraíso. El interpelado responde: "Sí, Señor. Dame un vaso de vino y dile a Gabriel que me traiga unos anacardos. Después, mándame a un criado inmortal para limpiar el suelo y llévate los platos vacíos". Acto seguido, Abu Saleh se despide de Alá con un terminante: "No te olvides de ponerme una puerta en la tienda, glorioso señor, y la próxima vez que entres, llama primero".

El crimen ha hecho temer que la tensión confesional se dispare en Jordania. El Frente de Acción Islámica (FAI), brazo político de los Hermanos Musulmanes y principal grupo opositor jordano, criticó a quienes se toman la justicia por su mano y pidió que este asesinato "no provoque tensión" entre musulmanes y cristianos en el pequeño reino. De igual modo, la Cámara alta del Parlamento instó a preservar "la unidad y la convivencia", así como a "oponerse a los provocadores de la división y del terrorismo".