La Justicia sueca rechazó ayer el recurso del fundador de Wikileaks, Julian Assange, y mantuvo la orden de arresto europea que pesa sobre él desde 2010 por un delito de violación en grado menor. El Tribunal de Apelación de Svea reafirmó la decisión adoptada hace cuatro meses por una corte de primera instancia y esgrimió motivos similares para no revocar la orden ni autorizar que se celebre una nueva vista, como reclama la defensa de Assange.

El periodista australiano, refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres desde 2012 para evitar su extradición a Suecia, sigue siendo sospechoso, hay riesgo de que se fugue para evitar un juicio o una pena y no ha surgido nueva información que justifique cambiar el procedimiento habitual para celebrar una audiencia, sostiene la Apelación.

La sentencia restó peso al informe del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias -que concluyó que el arresto es ilegal e instó al Reino Unido y Suecia a ponerle fin-, un dictamen que motivó que la defensa del fundador de Wikileaks acudiera a los tribunales suecos en febrero tras no lograr antes la anulación de la orden.

"En opinión del tribunal no hay impedimento para que Assange pueda interrumpir su estancia en la embajada de Ecuador. No es una privación de libertad y no debe tener importancia en la cuestión de la proporcionalidad", señala el fallo, que estima que el deterioro de su salud debe ser una cuestión para las autoridades británicas.

La corte de Svea admite que la opinión del panel de la ONU debe ser tenida en cuenta por los compromisos internacionales de Suecia, pero que no es legalmente vinculante para los tribunales suecos, un parecer que coincide con el del Gobierno de ese país.