Austria tendrá que retrasar la repetición de sus elecciones presidenciales porque los sobres de voto por correo se despegan. El aplazamiento anunciado ayer -del 2 de octubre al 4 de diciembre- se suma a las impugnaciones, fallos técnicos y teorías de la conspiración alrededor de estos comicios.

"No podemos calcular cuántas y cuáles de esas papeletas electorales pueden abrirse", reconoció el ministro del Interior, el conservador Wolfgang Sobotka, al anunciar el aplazamiento.

El problema es el pegamento en los sobres para el voto por correo. Se han detectado muchos casos en los que el adhesivo cede al poco tiempo y el envoltorio se abre. Un sobre que llega abierto al escrutinio queda invalidado de inmediato.

El voto por correo se ha convertido en un tema polémico en Austria y es usado por los ultras del partido FPÖ en su teoría de una supuesta conspiración para evitar que lleguen al poder.

En mayo, su candidato a la presidencia, Norbert Hofer, perdió las elecciones por solo 31.026 votos gracias a que quienes votaron por correo respaldaron en su inmensa mayoría a su rival, el intelectual progresista Alexander Van der Bellen.

El FPÖ impugnó las elecciones por supuestas irregularidades formales en el recuento de votos y el Tribunal Constitucional decidió su repetición, confirmando que hubo indicios de fraude que podrían haber alterado el resultado. Entre esos fallos se contaron que algunos votos por correo se contaron la noche electoral y no al día siguiente, como manda la ley.