Las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia para lograr un alto en fuego que permita la entrada de más ayuda humanitaria en Siria fracasaron ayer en Hangzhou (este de China), donde se reunieron las delegaciones de ambos países al margen de la cumbre del G-20. Fuentes diplomáticas anunciaron que no se ha logró un acuerdo, después de que el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, mantuviera reuniones el domingo y ayer con su par ruso, Serguéi Lavrov.

Los presidentes de ambos países, Barack Obama y Vladímir Putin, celebraron después un encuentro "formal" en Hangzhou que duró 90 minutos, en el que hablaron de Siria y de Ucrania, en un intento por dar continuidad al diálogo sobre la tregua siria pese a las malogradas negociaciones previas.

Tras quedar certificado el fracaso del diálogo, Obama confirmó que seguirán las negociaciones entre las dos delegaciones: "Reducir las diferencias que existen en una negociación es muy difícil, y aún no hemos cerrado la brecha", admitió. Obama afirmó haber mantenido unas conversaciones "sinceras y directas" con Putin sobre Siria y Ucrania.

El líder estadounidense explicó que en su reunión con Putin mantuvieron "conversaciones productivas sobre qué pinta tiene un alto el fuego real". Un alto el fuego, añadió, "que nos permita centrar nuestra atención en nuestros enemigos comunes, como el Estado Islámico o Al Nusra".

EE UU y Rusia no se ponen de acuerdo en si los rebeldes a los que apoya la coalición antiyihadista -y que está utilizando Turquía como infantería en su lucha contra yihadistas y kurdos- son oposición moderada o yihadistas del Frente Al Nusra. Sin embargo, buena parte de los analistas sostienen que las llamadas filas "rebeldes" están dominadas por Al Nusra, filial de Al Qaeda que meses atrás rompió con la casa madre.

Para Putin, el acuerdo con EE UU para un alto el fuego en Siria podría alcanzarse en días, lo que permitiría a ambas partes intensificar la ofensiva contra los grupos yihadistas. A condición, claro, de ponerse de acuerdo sobre quiénes lo son y quiénes no.

Putin y Obama también se reunieron con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien les pidió una zona de exclusión aérea en Siria. Desde el pasado fin de semana, Turquía controla los 90 kilómetros de la frontera común que hasta hace una decena de días estaban en manos del Estado Islámico. EE UU desplegó ayer medio centenar de soldados en el extremo sur de Turquía para operar un nuevo sistema balístico móvil contra el Estado Islámico.