La ministra principal de Escocia, la nacionalista Nicola Sturgeon, anunció ayer el comienzo de una campaña para saber si los escoceses están a favor de celebrar un nuevo referéndum de independencia, tras la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea (UE).

Dos años después de que los escoceses votaran en contra de la secesión por una diferencia de diez puntos, Sturgeon se dirigió a su formación, el Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés), para asegurar que la victoria del "Brexit" en el referéndum del pasado 23 de junio ha cambiado el debate por completo. "Este verano hemos presenciado cambios radicales que tendrán un gran impacto en nuestras ambiciones por este país", dijo Sturgeon a su partido. "El Reino Unido que existía antes del 23 de junio ha cambiado en esencia".

"Para asegurar que se escuche la voz de todos en Escocia en estos tiempos de cambio, estoy lanzando el mayor ejercicio político de Escocia para escucharlos", dijo la ministra principal. "El debate debe incluir un análisis sobre la independencia", subrayó.

En el referéndum del "Brexit", Escocia votó a favor de permanecer en la UE por un 62% frente a un 38%, mientras que el Reino Unido en su conjunto votó por abandonar el bloque por una diferencia de cuatro puntos (52% frente a un 48%).

La campaña del SNP para conocer el grado de apoyo a una nueva consulta soberanista consistirá en el despliegue de unos 120.000 militantes del partido que irán preguntando a los escoceses, puerta a puerta, cómo se sienten y qué se podría hacer de otra manera para que la independencia gane en un futuro referéndum de independencia.

Pese al rechazo a la independencia en el referéndum de 2014, la campaña contribuyó a impulsar el apoyo al SNP, que ahora tiene 56 de los 59 escaños atribuidos a Escocia en el Parlamento británico. Sin embargo, según una encuesta publicada ayer, un 54% de los escoceses quiere seguir dentro del Reino Unido.