El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, viajó ayer a México para entrevistarse con el presidente Peña Nieto. Trump expresó al mandatario latinoamericano su "gran respeto" por el pueblo mexicano, meses después de calificar a los inmigrantes llegados de ese país de "violadores" y "delincuentes". No obstante, insistió en la necesidad de construir "un muro (en la frontera común) para poner un alto a la inmigración".

Desde la campaña de Trump se explicó que el candidato explicará en detalle su política migratoria en un mitin en el fronterizo estado de Arizona. Larry Rubin, presidente del Partido Republicano en México y cicerone de Trump en su breve estancia allí, afirmó sobre la inmigración que "es un tema que se tiene que resolver" porque, dijo, existe "una gran necesidad de reformar el sistema y de legalizar o de que estén legalizados los migrantes que están trabajando en EE UU". "Hoy en día hay millones de migrantes ilegales y la idea es que no los haya. Se necesita buscar una forma de que se conviertan en legales", añadió.

Peña Nieto, por su parte, recibió numerosas críticas por acceder a reunirse con un candidato que ha vertido comentarios "racistas" sobre los inmigrantes mexicanos. El expresidente Vicente Fox acusó a Peña Nieto de caer en la "trampa" de Trump. "Nos está chamaqueando. Lo está usando para sus viles propósitos de recuperar votos perdidos", advirtió Fox. En las calles hubo protestas de ciudadanos indignados con la visita y las redes sociales hirvieron con sátiras y críticas al candidato.

Desde las filas demócratas, la directora de comunicaciones de Hillary Clinton, Jennifer Palmieri, reaccionó al viaje recordando que el magnate inmobiliario hacía dicho anteriormente que EE UU debería "forzar a México a pagar por su gigantesco muro en la frontera", y "prohibir las remesas a las familias en México si México no paga". "Desde los primeros días de su campaña, Donald Trump ha retratado a los mexicanos como violadores y criminales y ha prometido deportar a 16 millones de personas, incluidos niños y ciudadanos estadounidenses", expuso Palmieri en un comunicado.