EE UU ha admitido que retrasó el envío de 400 millones de dólares a Irán en enero hasta que logró la liberación de tres estadounidenses detenidos en Teherán, por temor a que el Gobierno iraní "incumpliera" su promesa de entregar a los presos. No obstante, Washington insiste en que el pago no fue un rescate, contra las acusaciones de los republicanos, sino el saldo de una antigua deuda.