El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, acusó ayer a la cofradía del predicador islamista turco Fethullah Gülen, a la que achaca el fallido golpe de Estado del 15 de julio, de colaborar en varios atentados con víctimas mortales con la guerrilla kurda dependiente del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que los últimos días ha aumentado los ataques contra las fuerzas de seguridad.

"No hay que ser un oráculo para entender que tras los ataques del PKK de los últimos días hay un acuerdo de compartir información y de instigación de la FETÖ" (nombre que el Gobierno turco usa para la cofradía gülenista), dijo el jefe de Estado en Ankara, en un discurso televisado. "Con estos ataques ha quedado una vez más claro que no hay diferencia alguna entre la FETÖ, el PKK y el Estado Islámico", agregó Erdogan.

Horas antes, el primer ministro, Binali Yildirim. detalló que 40.029 personas han sido detenidas desde el golpe y que 20.355 permanecen en prisión provisional, mientras que 79.900 trabajadores públicos fueron destituidos y 4.262 entidades, públicas y privadas, cerradas.

Por otro lado, Grecia y Turquía reactivaron ayer el acuerdo de devolución de refugiados, tras casi dos meses de interrupción. El miércoles, las autoridades griegas devolvieron a 8 personas y ayer a otras 6 a un campo para apátridas cerca de Estambul. La declaración conjunta entre la UE y Turquía contempla que todos los refugiados llegados a las islas griegas después del 20 de marzo serán devueltos a suelo turco siempre y cuando no soliciten asilo en Grecia.