Turquía anunció ayer su ofrecimiento a Rusia de lanzar operaciones conjuntas contra el Estado Islámico (EI) en Siria. Tras la reunión que esta semana mantuvieron los presidentes de ambos países, Recep Tayyip Erdogan y Vladimir Putin, la declaración de intenciones, efectuada por el ministro de Exteriores Mevlüt Çavusoglu, supone un giro en las actitudes de ambos países con respecto al conflicto armado.

"Con Rusia hemos hablado de todos los detalles en el tema de Siria. En la lucha contra el Estado Islámico siempre hemos hecho llamamientos para realizar operaciones conjuntas. Esta oferta sigue en vigor", afirmó Çavusoglu. La relación política y económica de Moscú y Ankara había sido sólida con la salvedad de la guerra civil siria, en la que ambos Gobiernos apoyan bandos enfrentados. Rusia es un firme valedor del régimen de Bachar al Asad, a cuyo Ejército ayuda contra los rebeldes, entre los que se encuentran varios grupos que cuentan con el respaldo de Turquía.

Pese al anuncio, el Ministro tomó distancias acerca de la resolución del conflicto y de los actores que deben tomar parte. "No puede haber una fase de transición con Asad. No creemos que Asad pueda llevar a cabo un acuerdo político en Siria. Debe haber un Gobierno interino, y éste debe tener carácter inclusivo", sentenció.

Mientras los lazos entre ambos países se estrechan, los de Turquía con la UE y la OTAN se aflojan. Çavusoglu sugirió que Turquía podría ahondar su colaboración con Rusia en aspectos de Defensa, al no mostrar la Alianza Atlántica voluntad de compartir su tecnología militar. Y, en cuanto a la UE, el responsable de la diplomacia turca solicitó a Bruselas que tome una postura acerca de la adhesión de su país al club comunitario.

"Dicen que quieren poner fin a las negociaciones, nos amenazan con eso. Pues si quieren ponerles fin, que les pongan fin. Que tomen una decisión clara y dejen de perder el tiempo", aseveró, añadiendo que la UE no se ha mostrado comprensiva con Erdogan y su Gobierno tras el intento de golpe militar.

Sobre el terreno, la situación, empero, continúa siendo delicada. Según relata el diario inglés "Financial Times", los rebeldes que combaten en la ciudad de Alepo -tanto moderados como yihadistas- recibieron la semana pasada apoyo logístico, dinero y armas en un convoy proveniente de Turquía. De tal modo que lograron romper el cerco al que las tropas de Al Asad y la aviación rusa los sometían. Con el recrudecimiento de los combates, la ONU pidió ayer a Rusia que abriera una tregua de 48 horas para labores humanitarias. Según la propia ONU, se estima que podría haber más de 1,5 millones de personas atrapadas en la ciudad.