Medio centenar de ex altos cargos del Partido Republicano, que ocuparon puestos en seguridad nacional, publicaron ayer una carta en la que expresan su oposición a la candidatura de Donald Trump al considerarlo un "peligro". En la misiva aseguran que "no está cualificado para ser comandante en jefe" y que será un "presidente peligroso que pondrá nuestra seguridad nacional y bienestar en peligro".

Entre los firmantes se encuentran John Negroponte, director Nacional de Inteligencia con George W. Bush; Robert Zoellick, exdirector del Banco Mundial y subsecretario de Estado con Bush, o Michael Hyden, director de la CIA, también durante el mandato del antecesor del actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

No obstante, el texto no da un apoyo explícito a la candidatura de la demócrata Hillary Clinton, aunque asegura que "Trump no es la respuesta" a las dudas que despierta la exsecretaria de Estado. Los firmantes critican la "falta de carácter, valores y experiencia", así como de conocimientos básicos para gobernar del magnate, lo cual, sostienen, debilitará a EE UU en todo el mundo.

"El señor Trump ha demostrado una falta de entendimiento repetida del interés nacional de Estados Unidos y de sus complejos desafíos diplomáticos, sus indispensables alianzas y los valores democráticos en los que se basa la política exterior estadounidense", añade la carta. La declaración se cierra con una conclusión categórica: "Estamos convencidos que en el Despacho Oval, (Trump) será el más irresponsable presidente de la historia estadounidense".

Este parecer continúa la línea marcada por algunas figuras republicanas que ya retiraron su apoyo a Trump con anterioridad. Sin embargo, el candidato no había tenido que lidiar hasta ahora con la renuncia de activos del partido que, por su experiencia en seguridad y defensa, podrían ocupar puestos en la administración en el caso de que fuera elegido presidente.

Apoyo clave

Por otro lado, Texas continua siendo territorio seguro para los conservadores y su candidato. Ayer, el "clan de los Bush" por medio de George P. Bush, hijo del exgobernador de Florida y contrincante de Trump en las primarias, Jeb Bush, hizo un llamamiento a apoyar al "nominado" del partido aunque eso suponga un "trago amargo".

El último miembro de la dinastía en entrar en política, como jefe de la campaña presidencial en Texas, afirmó: "Desde el equipo Bush es un trago amargo pero, ¿sabes qué? Te levantas y ayudas al hombre que ganó, y te aseguras de detener a Hillary Clinton". Así, George P. Bush se convierte en el primero de su familia en apoyar a Trump, ya que los dos expresidentes y el exgobernador de Florida no lo han hecho.