Francia va a movilizar a 23.500 policías, gendarmes, militares y reservistas para proteger los eventos estivales programados en todo el país ante la amenaza terrorista, que se encuentra en el nivel más elevado. El ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, indicó ayer que va a reforzar el dispositivo de seguridad para los 56 grandes eventos que deben celebrarse hasta finales de verano. Se trata de garantizar "el buen desarrollo de esos acontecimientos", destacó Cazeneuve, tras una nueva reunión de crisis convocada por el presidente de la República, François Hollande, tras el atentado yihadista del martes en una iglesia de Normandía donde fue asesinado el sacerdote Jaques Hamel.

Hollande y el gobierno que preside Manuel Valls recibieron nuevas críticas de la oposición a raíz del atentado. Así venía sucediendo desde el 14 de julio cuando se produjo la masacre de Niza. El expresidente Nicolas Sarkozy afirmó la noche del martes que "las argucias legales, las precauciones, los contextos de una acción incompleta no son admisibles". Cazeneuve, respondió al expresidente aduciendo que "no se puede salir del Estado de Derecho para proteger el Estado de Derecho".

Antes de la reunión de seguridad Hollande se entrevistó con los líderes religiosos de las diferentes confesiones que se profesan en Francia. Éstos le demandaron más seguridad en los templos. El del martes fue el primer ataque a un recinto católico pero, en 2012 -cuando era presidente Sarkozy-, un terrorista asesinó a un adulto y tres niños e n la escuela judía Ozar Hatorah de Toulouse. El rector de la Gran Mezquita de París, Dalil Boubakeur, dijo que los "centros de culto judíos, cristianos, musulmanes, deben ser objeto de una mayor atención". Boubakeur condenó el "sacrilegio blasfemo" del asesinato del párroco normando.

Por otro lado, el solicitante de asilo sirio de 27 años, Mohammed Daleel, que el domingo murió al detonar una bomba junto a un festival al aire libre de Ansbach (Baviera) actuó"influido" por una tercera persona, con la que estuvo en contacto por chat hasta el momento de la explosión, según informó ayer el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann. Antes de su acción, que dejó quince heridos, el suicida grabó un vídeo en el que juró lealtad a la organización yihadista EI, que reivindicó su atentado.

Ayer estalló una mochila con aerosoles en las inmediaciones de un centro de refugiados de la localidad de Zirndorf, a 40 kilómetros de Ansbach.