La Policía sigue reconstruyendo los hechos que condujeron al germano-iraní Ali David Sonboly a perpetrar la matanza de Múnich. En el marco de esas investigaciones los agentes detuvieron el domingo a un joven afgano de 16 años bajo sospecha de haber tenido conocimiento de los planes del tirador y no haberlos denunciado.

Los dos jóvenes, según informó el fiscal Thomas Steingraus-Koch, se conocieron en un hospital psiquiátrico donde estaban a tratamiento. No obstante el arresto, el fiscal mantiene la tesis de que el asesino de 9 personas en el centro comercial Olympia actuó solo.

Sonboly y el detenido se mantuvieron en contacto tras salir del hospital: compartían afición por los juegos de internet violentos e intercambiaban fantasías sobre matanzas.

Contacto entre los dos

Tras la masacre del viernes, el afgano se presentó ante la policía y, según dijo Steingraus-Koch, del primer interrogatorio quedó la sensación de que "no contaba todo lo que sabía".

Luego se descubrió que había tenido contacto con Sonboly poco antes del ataque, a través de un chat que luego borró, pero que pudo ser reconstruido por la Policía. Ese fue el punto de partida que permitió llegar a la conclusión de que el afgano se encontró con Sonboly cerca del lugar de los hechos poco antes de que comenzase la matanza.

Además, el amigo sabía del interés de Sonboly por el ultra noruego Anders Breivik y que estaba en posesión de un arma.