La posibilidad de diálogo en Venezuela se vio ayer reforzada después de que el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición aceptaran que un representante del Vaticano participe en el mecanismo que tiene como fin ayudar a resolver los problemas por los que atraviesa la nación caribeña. El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, dio a conocer la información, en compañía de los mediadores -el exjefe de Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, el expresidente Martín Torrijos (Panamá) y el dominicano Leonel Fernández- después de sostener encuentros con la oposición y el Gobierno chavista.

"Hemos encontrado una aceptación en las partes para que esta tarea (...) se vea acompañada por el Vaticano; me parece que es una buena noticia que haya una aceptación conjunta de esta solicitud", dijo Samper a los medios de comunicación cuando finalizó su reunión con el jefe de Estado venezolano en la sede del palacio presidencial de Miraflores.

La presencia del Vaticano es una de las condiciones que había puesto la oposición venezolana para poder sentarse a la mesa con el Gobierno, aunque también habían exigido el cambio a Venezuela de la sede de las reuniones, el final de las detenciones "ilegítimas", la exigencia del revocatorio y el reconocimiento del Parlamento. Sobre estas últimas exigencias se desconoce si se ha producido algún entendimiento.

El presidente del Parlamento venezolano, el opositor Henry Ramos Allup se mostró "muy respetuoso" con la mediación de Zapatero y anunció que durante el fin de semana la oposición decidirá si acepta participar en el diálogo con el Gobierno de Venezuela que impulsa la Unasur.

Ramos Allup hizo este anunció tras revelar que el lunes pasado recibió una carta del secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, en la que este le pidió que, en su condición de presidente del Legislativo, atienda a la invitación a dialogar formulada por Maduro en cinco ocasiones.

Por otro lado, la audiencia de apelación del opositor venezolano Leopoldo López, condenado a casi 14 años de prisión por instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio por los hechos violentos ocurridos durante una protesta en febrero de 2014, comenzó ayer tras haber sido suspendida en dos ocasiones.

A la sesión, que el equipo de defensa del opositor reclama desde hace más de ocho meses, se negó la entrada al exministro Alberto Ruiz-Gallardón y al abogado Javier Cremades, que viajaron a la capital venezolana para participar en calidad de asesores de la defensa de López. La audiencia del fundador del partido se celebró a puerta cerrada en un reducido salón del recinto judicial con plazas solo para 20 personas, según informa la agencia "Efe". Representantes diplomáticos de Chile, Francia, EE UU, Alemania, Canadá y México se quedaron a las puertas del edificio de la corte después de que las autoridades les impidieran también el acceso.