La primera ministra británica, Theresa May, reiteró hoy ante la canciller alemana, Angela Merkel, que "brexit significa brexit", pero señaló que su país necesita preparar esas negociaciones y tener "claros" sus objetivos, por lo que no invocará el artículo 50 del Tratado de Lisboa antes de fin de año.

En rueda de prensa en Berlín junto a Merkel en su primer viaje al extranjero como primera ministra, May aseguró que su país respetará mientras sea miembro de la UE "los derechos y obligaciones" que ello implica, y garantizó que el "brexit" no significa alejarse de los socios europeos, con los que desea mantener relaciones "fuertes" y "constructivas".

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, insistió hoy que corresponde a Londres "definir su relación futura con la UE", y reiteró que no se abrirán negociaciones para la salida del Reino Unido hasta que ese país no formalice su petición al respecto.

Ambas partes "defenderán sus intereses" cuando se dé ese paso, para lo que es preciso que el Reino Unido invoque el artículo 50 del Tratado de Lisboa, enfatizó la jefa del Gobierno alemán, en la que era la primera visita al extranjero de May desde que asumió su cargo.

La canciller expresó su "absoluta comprensión" ante el hecho de que el nuevo Gobierno del Reino Unido pueda necesitar "cierto tiempo" hasta formalizar la petición de salida y en que tendrá que "reflexionar" primero sobre cuáles son sus intereses.

En ese escenario entra el propósito declarado de May de no invocar el artículo 50 del Tratado antes de fin de año, tal y como la propia primer ministra británico declaró ante Merkel, pese a insistir en su máxima de que el "brexit significa brexit".

"Nosotros no hemos pedido al Reino Unido que se vaya de la UE", sino que la salida del país del bloque se debe a la decisión de los ciudadanos británicos en referéndum, cuestión que "debemos respetar", por encima de que no era la respuesta "que habríamos deseado", afirmó Merkel.