La temperatura del Partido conservador británico subió ayer varias decenas de grados cuando el exalcalde de Londres Boris Johnson compareció ante la prensa para anunciar por sorpresa su renuncia a la carrera por la sucesión del primer ministro, David Cameron. El sucesor del actual "premier", que será elegido por votación de los afiliados el 9 de septiembre, se encargará de conducir la salida del Reino Unido de la UE ("Brexit").

Johnson, conocido por sus excentricidades, había subido muchos enteros al convertirse en el rostro más prominente de la campaña por el "Brexit", sólo talonado dentro de los "tories" por el ministro de Justicia, Michael Gove. Y ha sido precisamente Gove quien le ha dado la puntilla.

Tras asegurar durante varios días que no estaba interesado en la jefatura del Gobierno, Gove anunció ayer su participación en la carrera y, de inmediato, todos los apoyos de Johnson en el aparato conservador volaron a su lado. Este cambio de papeles deja como favorita a la titular de Interior, Theresa May, quien en la campaña del "Brexit" defendió la permanencia aunque adoptó un perfil discreto.

Tanto Gove como May le tiraron de las orejas a Johnson. "He llegado a la conclusión de que Boris no aporta el liderazgo ni formará un equipo para la labor que hay por delante", dijo el tímido Gove al anunciar su candidatura. "Tras el referéndum de la semana pasada, nuestro país necesita un liderazgo fuerte que nos conduzca en este periodo de incertidumbre económica y política y que negocie los mejores términos posibles cuando nos marchemos de la UE", afirmó, por su parte, May, quien no se privó de apuntar que el puesto de "premier" es un "trabajo serio" que tiene "implicaciones en la vida de la gente". Así las cosas, Johnson no tuvo más remedio que comunicar que, tras consultar a sus colegas, ha llegado a la conclusión de que no es la persona adecuada para asumir el liderazgo.

Laboristas

Mientras, entre los laboristas sigue la rebelión contra su líder, el izquierdista Jeremy Corbyn, al que el aparato ha decidido dar la posibilidad de que dimita honrosamente antes de derribarlo. Para ello, la presentación de la candidatura alternativa de Angela Eagle, que debía haberse hecho ayer ha quedado momentáneamente pospuesta.

Entre tanto, la Comisión Europea despejó las dudas abiertas estos días sobre el estatuto de la lengua inglesa en la UE tras el "Brexit". El inglés que, en la práctica es la lengua de trabajo predominante, seguirá siendo lengua oficial, explicó la portavoz de Recursos Humanos, Andreana Stankova, quien explicó que la fundamentación jurídica será que es lengua oficial de dos estados miembros: Irlanda y Malta.