El líder de los laboristas británicos, el izquierdista Jeremy Corbyn, se está convirtiendo en uno de los grandes damnificados del "Brexit", acusado por los suyos de haber sido muy tibio en la campaña contra la salida británica de la Unión Europea.

Corbyn, cuya elección al frente del partido en septiembre pasado causó serias divisiones internas, se enfrentará hoy a una moción de censura de los parlamentarios laboristas, el 70 por ciento de los cuales tiene previsto apoyarla. Aunque es suficiente el concurso de 50 diputados para iniciar un proceso de destitución del líder, hasta anoche no se había precisado la posible figura de un sucesor.

La moción llega después de que Corbyn, que no ha asumido ninguna responsabilidad por la derrota del pasado jueves, se haya quedado prácticamente sin "gabinete en la sombra". Ayer por la mañana dimitieron otros tres altos cargos laboristas, lo que eleva a 23 de 31 el número de dirigentes dimisionarios tras el triunfo del "Brexit".

El terremoto británico, también sigue produciendo réplicas en Escocia, donde el gobierno autónomo amenaza con un nuevo referéndum de independencia, al que se opone Londres, esta vez con el objetivo de mantenerse en la Unión Europea.

En la jornada de ayer, el Ejecutivo escocés anunció que estudia cómo establecer un "estatus asociado" que le permita seguir en la UE sin abandonar el Reino Unido.

En el campo gubernamental, el primer ministro, David Cameron, formó ayer una unidad de expertos que asesorará sobre el proceso de ruptura con Bruselas y determinará los pasos a dar, mientras los conservadores eligen a su nuevo líder y "premier", lo que ayer se anunció que se podría hacer el 2 de septiembre. Cameron aseguró que se consultará con todas las autonomías y reafirmó que, de momento, no va a pedir a la UE que active el artículo 50 del Tratado de Lisboa, relativo a las salidas de la UE.

Desde las filas del "Brexit", el exalcalde de Johnson y gran favorito para suceder a Cameron, Boris Johnson, insistió en que al final del proceso el Reino Unido mantendrá el acceso al mercado común de personas bienes y capitales de la UE, y que lo único que cambiará será que "se separará del extraordinario y opaco sistema de legislación de la Unión Europea".