La onda expansiva de la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) ha dinamitado la endeble estabilidad de un Partido Laborista incómodo con su actual líder, Jeremy Corbyn, quien afronta un desafío abierto a su continuidad en un contexto de profunda incertidumbre política y económica por el "Brexit".

En paralelo a la batalla por el timón conservador abierta oficialmente por el primer ministro, David Cameron, la guerra por el control interno del laborismo arrancó ayer con una cadena de dimisiones que cuestionan abiertamente el tibio papel de Corbyn durante la campaña del referéndum celebrado el jueves.

En última instancia, las renuncias no son más que una estrategia para forzar la caída de un dirigente que, aunque en septiembre de 2015 asumió el bastón de mando con reticencia, ahora manifiesta estar resuelto a continuar.

Los responsables de Sanidad, Heidi Alexander; Juventud y Registro Electoral, Gloria del Piero; Transporte, Lilian Greenwood; Educación, Lucy Powell; Asuntos Escoceses, Ian Murray; Medio Ambiente, Kerry McCarthy, y Tesoro, Seema Malhotra, ya han anunciado su marcha del "gobierno en la sombra" de Corbyn.

La primera bala, no obstante, había partido de la trinchera del propio líder, que, de madrugada, cesó al portavoz de Exteriores, Hilary Benn, influyente voz en el partido desde los años de Tony Blair, por las dudas que expresó sobre la capacitación de Corbyn.

Su despido animó a otros integrantes del "gobierno en la sombra" a reaccionar para deshacerse de un dirigente venerado por las bases y los sindicatos, pero severamente cuestionado por el grupo parlamentario y, dentro de este, por el propio equipo con el que debería gobernar si el laborismo se hiciese con el poder.

Los diputados laboristas debatirán hoy una moción de confianza a Corbyn, y mañana probablemente se celebre una votación secreta entre los parlamentarios, aunque el resultado no es vinculante. Según las normas de la formación, puede convocarse otro concurso por el liderazgo si al menos 50 diputados apoyan a un nuevo candidato.

Entre tanto, el Partido Conservador busca candidatos para evitar que el exalcalde de Londres Boris Johnson releve a David Cameron, que dimitirá en octubre como "premier" y líder "tory", según medios británicos. "The Sunday Telegraph" afirma que Johnson anunciará esta semana que opta al cargo, y con él irá de "número dos" el ministro de Justicia, Michael Gove, también partidario del "Brexit". Esa opción es rechazada por muchos diputados y pesos pesados conservadores, que apostarían por la ministra de Interior, Theresa May, defensora de la permanencia, según "The Sunday Times". En este clima, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, visita hoy Londres y Bruselas para reafirmar el "inquebrantable" compromiso de EE UU con Europa.