El impacto de la salida del Reino Unido de la Unión Europea continúa depreciando la libra, con caídas del 4 % y el 6% frente al euro y al dólar, respectivamente, aunque ha conseguido minimizar sus pérdidas a lo largo de la mañana.

Así, sobre las 11:00 hora local, la divisa británica se cambiaba por 1,2501 euros, tras perder un 4,36 %, pero conseguía recuperar cerca de un 3,9 % desde los mínimos intradía, los 1,2033 euros.

El cambio con el dólar se fijaba a esa hora en 1,3893 dólares, con un retroceso del 6,62 %, aunque subía un 4,9 % desde los 1,3237 dólares, el nivel más bajo marcado hoy.

La depreciación de la moneda del Reino Unido ha favorecido a las divisas refugio como el yen y el franco suizo, ya que registra una caída del 15,47 % respecto a la moneda nipona, hasta los 113,545 yenes sobre las 11:00 horas, y del 9,60 % frente a la suiza, hasta los 1,2871 francos suizos.

En el mercado de materias primas, los inversores se han refugiado en el oro, lo que ha hecho que su precio subiera hasta los 1.355,52 dólares la onza al conocerse el resultado de la consulta británica.

No obstante, sobre las 11.00 horas el metal precioso caía un 2,89 % desde ese nivel y se estabilizaba en los 1.316,52 dólares, lo que suponía un repunte del 4,72 % desde el precio de cierre de ayer.

La rentabilidad del bono alemán a diez años se situaba a esa hora en negativo, en el -0,081 %, mientras que la de los periféricos alcanzaba el 1,547 % en España, el 1,479 % en Italia, el 3,189 % en Portugal y el 8,424 % en Grecia.

Desplome en las bolsas asiáticas

La victoria del Brexit ha tumbado a las principales bolsas asiáticas y se ha cebado especialmente con la Bolsa de Tokio.

El índice Nikkei se desplomó hoy un 7,92 por ciento en lo que, en términos porcentuales, supone su novena peor caída de la historia y la más aguda desde el 23 de mayo de 2013.

En la vecina Corea del Sur, el índice Kospi perdió un 3,09 por ciento minado por la caída libre de la moneda local, el won, que se situó en su menor nivel con respecto al dólar en cinco años.

El Hang Seng hongkonés cerró con una pérdida del 2,92 por ciento gracias a que moderó notablemente su caída en la última hora de cotización, después de haber llegado a hundirse un 5,8 por ciento tras confirmarse el resultado favorable al "brexit".

El grupo bancario británico HSBC, uno de los valores de más peso en el selectivo, cayó un 6,99 por ciento tras suavizar su retroceso -que rozó el 12 por ciento- en la segunda mitad de la jornada.

El Standard Chartered, otro banco británico que cotiza en esta plaza, se desplomó un 10,03 por ciento.

Por su parte, los índices referenciales de las bolsas de Shanghái y Shenzhen, más blindados a las influencias exteriores, cerraron con pérdidas moderadas de 1,30 y el 1,05 por ciento, respectivamente.

El efecto del "brexit" fue más severo en la plaza nipona debido al fuerte desplome del euro y el dólar frente al yen y por la enorme exposición que el resultado del referéndum tiene sobre el capital japonés invertido en territorio británico.

Con unas 1.300 compañías en el país, Japón es el segundo mayor inversor foráneo en Reino Unido por detrás de Estados Unidos y la salida de la UE perjudica enormemente a estas empresas, que previsiblemente perderán acceso directo al mercado de la UE.

El músculo exportador nipón se ha visto enormemente perjudicado además con los mínimos que han alcanzado hoy el dólar y la moneda única europea con respecto al yen, que se ha situado respectivamente en máximos de finales de 2013 y diciembre de 2012 con estas dos divisas.

Un yen encarecido mina la competitividad de las grandes empresas de electrónica o del motor, que además ven recortados sus beneficios al repatriarlos, un panorama ante el cual valores como Sony o Nissan Motor (que además exporta a la UE el 80 por ciento de su producción británica), cedieron un 8 y 8,10 por ciento.

Inyeccón de dinero del Banco de Inglaterra

Mientras, el Banco de Inglaterra dijo hoy que tiene preparados 250.000 millones de libras (310.000 millones de euros, al cambio de hoy) adicionales para sustentar al sistema financiero del Reino Unido ante la prevista volatilidad que traerá el Brexit.

El gobernador del banco central, Mark Carney, advirtió de que la salida de la Unión Europea conllevará un periodo de "incertidumbre y reajuste", pero insistió en que la institución está "bien preparada" con un plan de contingencia.

Carney, que había avisado previamente de los riesgos para la economía que tendría abandonar la Unión, dijo además que la institución puede proporcionar también "liquidez en divisa extranjera".

"Esperamos que las instituciones utilicen esta financiación cuando sea apropiado, igual que esperamos que recurran a sus propios fondos según sea necesario para facilitar el crédito, apoyar a los mercados y ofrecer otros servicios financieros a la economía real", declaró.

El gobernador explicó que, gracias a las pruebas de resistencia, los bancos del país están bien capitalizados para afrontar incluso "escenarios más adversos que el que ahora afronta" el Reino Unido.

Las entidades británicas, indicó, han recaudado más de 130.000 millones de libras (161.200 millones de euros), y tienen ahora más de 600.000 millones de libras (745.000 millones de euros) de activos de calidad.

"El Banco no dudará en tomar medidas adicionales si se requieren mientras los mercados se reajustan y la economía británica avanza", afirmó.

Añadió que los reajustes necesarios quedarán apoyados por un sistema financiero "resistente" y que ha sido reforzado en los últimos siete años, tras la crisis crediticia global de 2008, que provocó la caída del sistema financiero británico y llevó al país a una recesión.

Carney advirtió de que llevará algún tiempo que el país pueda negociar una nueva relación con Europa y con el resto del mundo. "En las próximas semanas, el banco analizará las condiciones económicas y considerará otras respuestas", avanzó.