El autor de la matanza de Orlando del pasado día 12, Omar Seddique Mateen, amenazó con poner explosivos en cuatro personas que tenía retenidas en la discoteca Pulse, según transcripciones de las conversaciones telefónicas que mantuvo con la Policía difundidas ayer.

Durante sus conversaciones con la Policía, el responsable de la peor masacre por armas de fuego en Estados Unidos se identificó como "soldado islámico".

Las tres conversaciones entre Mateen y los negociadores de la Policía de Orlando duraron en total 28 minutos, aunque las autoridades intentaron ponerse en contacto con él posteriormente, aunque sin éxito.

Durante estas negociaciones telefónicas, el asesino aseguró, además, que en los "próximos días" iban a registrarse "más de este tipo de acciones".

El agente especial del FBI Ron Hopper dijo en rueda de prensa en Orlando que en estos momentos no existe "ninguna evidencia de que (Mateen) estuviese relacionado con grupos terroristas islámicos".

Por su parte, el jefe de Policía de Orlando, John Mina, aseguró que las muertes ocurridas en la discoteca fueron producto de los disparos del "sospechoso y solo del sospechoso", rechazando así que alguna de la víctimas fatales pudiera haberse producido por parte de los agentes que participaron en la operación.

Mateen, estadounidense de origen afgano, entró a la discoteca de ambiente gay Pulse con un fusil de asalto y una pistola, en una masacre en la que murieron 50 personas, incluido el autor de la matanza, y resultaron heridas otras 53.