La policía francesa ha detenido a tres personas de 27, 29 y 44 años, en relación con el yihadista francés Larossi Abballa que el lunes mató a una pareja de funcionarios de policía en Magnanville, a unos 50 kilómetros al noroeste de París.

El fiscal no ofreció más información sobre los tres detenidos por su relación con el terrorista muerto, que en 2013 fue condenado a tres años de prisión incondicional por formar parte de una red yihadista por los cargos de "asociación de malhechores con vistas a preparar actos terroristas".

Las fuerzas de seguridad encontraron en el domicilio de la pareja de agentes donde se produjo el atentado una lista de objetivos entre los que había personalidades públicas, periodistas, policías y raperos, agregó.

El individuo asesinó "delante de la entrada de su domicilio" con arma blanca a Jean-Baptiste Salvint, policía de 42 años y comandante adjunto de la brigada de seguridad urbana de la cercana Mureaux.

"Después secuestró a la compañera del policía, una mujer de 36 años" y al hijo de ambos, de 3 años y medio, agregó el fiscal.

La mujer fue asesinada "con arma blanca" y el pequeño fue rescatado "sano y salvo", aunque en estado de "conmoción".

El terrorista, un "musulmán practicante que hacía el ramadán", reivindicó su ataque en nombre del EI ante la policía y también en un vídeo de 12 minutos que publicó en Facebook y que envió a "un centenar de contactos".

También anunció su ataque durante el mismo a través de una cuenta de la red social Twitter creada el pasado 8 de junio.

Los policías que le abatieron durante el asalto "a media noche" encontraron en la casa la citada lista de posibles objetivos terroristas, pero también "un cuchillo ensangrentado, un corán, una chilaba blanca", entre otros documentos.

Durante el registro de su domicilio en la cercana Mantes-la-Jolie, a solo cinco kilómetros de Magnanville, no se encontraron armas o explosivos en su domicilio, pero sí material informático, precisó el fiscal.

Mulins subrayó que el atentado de anoche muestra la "complejidad de la amenaza terrorista, que se puede traducir en asesinatos en masa" o en acciones individuales como las de Abballa.

El suceso acaeció poco después de que terminara la jornada de la Eurocopa 2016 en Lyon con el partido entre Bélgica e Italia y tras unos días muy intensos debido a los actos vandálicos en Marsella entre las aficiones de Rusia y de Inglaterra.