Francia vivió ayer su primer ataque yihadista desde los atentados del pasado 13 de noviembre, en plena vigencia del estado de excepción y con despliegues de las fuerzas del orden reforzados por la celebración de la Eurocopa. Un yihadista de 25 años, Larossi Abballa, que dijo actuar en nombre del grupo Estado Islámico (EI) y fue abatido, mató a un agente de policía y a su pareja, también policía, a las puertas de su propia casa en Manganville, 50 kilómetros al norte de París. Hasta anoche se habían practicado tres detenciones en relación con el doble crimen.

Abballa, que ya había estado encarcelado por yihadismo entre 2011 y 2013, apuñaló al agente de policía Jean-Baptiste Salvint, de 42 años, en el acceso a su domicilio y "después secuestró a la pareja del policía, una mujer de 36 años", también agente, y al hijo de ambos, de 3 años, según informó en rueda de prensa el fiscal de París, François Molins.

La mujer fue asesinada "con arma blanca" y el pequeño fue rescatado "sano y salvo", aunque en estado de "conmoción". El ataque comenzó sobre las ocho y veinte de la tarde del lunes y terminó con el asalto policial a la vivienda a primera hora de la madrugada de ayer. El terrorista aseguró en un vídeo grabado antes del atentado haber jurado lealtad hace tres semanas al jefe de EI, Abu Bakr al Baghdadi.

Abballa dijo que con su acto respondía al llamamiento de Al Baghdadi a "matar a los infieles en sus casas con sus familias", según Molins, que reveló que el yihadista sabía perfectamente que sus víctimas eran policías. El yihadista, un "musulmán practicante que hacía ramadán", reivindicó su ataque en nombre del EI ante la Policía y también en un vídeo de 12 minutos que publicó en Facebook y que envió a "un centenar de contactos". Además, anunció su ataque durante el mismo a través de una cuenta de la red social Twitter creada el pasado 8 de junio.

Los policías que lo abatieron durante el asalto hallaron en la casa varias armas blancas, entre ellas un cuchillo ensangrentado, así como un corán y una chilaba blanca, entre otros documentos. Encontraron también una lista de objetivos en la que figuran personalidades públicas, periodistas, policías y raperos. Molins precisó que en el registro del domicilio de Abballa en Mante-la-Jolie, localidad cercana en cuya comisaría trabajaba la mujer asesinada, no se encontraron armas ni explosivos, pero sí material informático que está siendo analizado. El terrorista había sido detenido en Francia en mayo de 2011 como miembro de una red que se dedicaba a enviar yihadistas a Pakistán. Estuvo en prisión preventiva hasta su juicio, en 2013. Fue condenado a tres años de prisión y salió de la cárcel en septiembre de ese mismo año.