El presidente de EE UU, Barack Obama, tomó ayer serias distancias con la posibilidad de que la masacre del domingo en un club nocturno de Orlando, en la que murieron 49 personas y otras 53 fueron heridas, sea un acto de terrorismo yihadista inspirado desde el exterior. Para Obama, el ataque, reivindicado por el Estado Islámico (EI), es un caso de "terrorismo doméstico" perpetrado por un individuo radicalizado por la propaganda difundida a través de internet.

"El tirador estaba inspirado por información muy extremista a través de internet", aseguró el líder demócrata, quien comparó la masacre con el ataque de San Bernardino (California), a finales de 2015, en el que una pareja, también influida por el integrismo islámico, mató a 14 personas e hirió a otras 22.

El presunto autor de la masacre de Orlando -el tiroteo indiscriminado más mortífero de la historia del país-, Omar Seddique Mateen, nacido en Nueva York hace 29 años y muerto por disparos policiales, juró lealtad al EI en sus conversaciones telefónicas con los negociadores policiales durante las tres horas que permaneció en el club nocturno con una treintena de rehenes.

"Aunque luchemos contra el Estado Islámico y otras organizaciones extremistas en el extranjero, e interrumpamos complots (terroristas), uno de los mayores retos que vamos a tener es esta propaganda que llega a individuos que terminan motivados para entrar en acción", consideró.

Obama mostró su preocupación por el problema añadido de que estas personas radicalizadas tengan en EE UU "un acceso fácil" a "armas muy poderosas", como las empleadas por el autor de la matanza. Mateen utilizó un arma corta y un fusil de asalto AR-15, el mismo usado en las matanzas de San Bernardino (2015) y de la escuela Sandy Hook (2012). En esta última murieron 20 niños y seis adultos.

"Pensamos en el terrorismo e ignoramos el problema que tenemos con las armas. Tenemos que ir tras las organizaciones terroristas y extremistas, pero también tenemos que asegurarnos de que a esta gente no le resulta fácil obtener este tipo de armas", aseveró Obama. El gobernante indicó que Mateen obtuvo las armas de manera legal, ya que no tenía ningún tipo de historial delictivo.

En la misma línea se pronunció la virtual candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, quien sostuvo en Cleveland (Ohio) que "si alguien está siendo investigado por el FBI, simplemente no debería poder comprar un arma". Clinton se mostró igualmente contraria a meter en el mismo saco a todos los musulmanes, después de que su rival republicano, Donald Trump, reiterase su propuesta de prohibir la entrada a los musulmanes en EE UU.