El presunto autor de la matanza ocurrida en Orlando, Omar Mateen, fue investigado en dos ocasiones entre 2013 y 2014 por el Buró Federal de Investigaciones (FBI), por su posible vinculación a grupos terroristas, aunque no tenía antecedentes.

El agente del FBI Ron Hopper, confirmó en rueda de prensa que el autor de los disparos fue investigado en 2013 y 2014 por las autoridades federales del país.

Según Hopper, fue investigado en 2013 por comentarios a favor del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en su cuenta en redes sociales, y en 2014 por aparentemente querer cometer un ataque suicida, aunque las autoridades consideraron la investigación "no concluyente".

Omar Mateen, autor de la masacre de Orlando, era un estadounidense de 29 años de ascendencia afgana que residía en la localidad de Port St. Lucie (también Florida), según han confirmado fuentes policiales a la cadena CBS.

Por su parte, Mir Seddique, padre de Omar descartó tras el ataque los motivos religiosos en el suceso y apuntó a la homofobia. "Esto no tiene nada que ver con la religión", dijo el padre en declaraciones a NBC News, en las que indicó que su hijo se enfadó hace dos meses cuando, durante una visita a Miami, vio a dos hombres besándose.

"Estamos pidiendo disculpas por el incidente. No éramos conscientes de que estuviese planteando ningún tipo de acción. Estamos en estado de shock al igual que todo el país", dijo.

Mientras tanto, la exmujer de Mateen declaró este domingo que no era una "persona estable" y que la maltrataba.

"No era una persona estable", declaró la exesposa al diario "The Washington Post" bajo condición de anonimato porque teme por su seguridad tras la masacre supuestamente cometida por su exmarido.

"Me golpeaba. Venía a casa y empezaba a golpearme porque la colada no estaba acabada o cosas así", afirmó la mujer, que conoció al sospechoso hace ocho años en internet y decidió mudarse a Florida para casarse con él en marzo de 2009.

Al principio de los pocos meses que estuvieron casados, "él parecía un ser humano normal" hasta que se tornó violento, indicó, al precisar que su marido no era muy religioso y hacía ejercicio en el gimnasio con frecuencia.

Según la exesposa, el presunto asesino no dio nunca señales de haberse radicalizado, poseía una pistola de bajo calibre y trabajaba como guardia en un centro de delincuentes juveniles.

De acuerdo con la mujer, la familia de Mateen procedía de Afganistán, pero él nació en Nueva York y se mudó posteriormente a Florida con sus familiares.

Mateen, que portaba un fusil de asalto y una pistola, murió en un enfrentamiento con la Policía, que entró al local para liberar a los rehenes que él había tomado después de disparar a diestro y siniestro.