Los virtuales candidatos a la Casa Blanca Hillary Clinton, demócrata, y Donald Trump, republicano, iniciaron ayer con un rifirrafe en Twitter una pugna que no terminará hasta el próximo noviembre.

Todo empezó cuando el magnate desdeñó el respaldo que el jueves le dio oficialmente a Clinton el presidente, Barack Obama: "Obama acaba de dar su apoyo a la deshonesta Hillary. Él quiere cuatro años más de Obama, pero nadie más los quiere".

La exsecretaria de Estado le contestó con el tuit "Borra tu cuenta", al que varias horas más tarde se sumó la senadora Elizabeth Warren, representante del ala más izquierdista del Partido Demócrata.

Después de que Trump llamara a Warren "ridícula" y "Pocahontas", epítetos que ya había usado antes contra ella, Warren le respondió: "No, en serio. Borra tu cuenta". El republicano acusó a Warren de ser uno de los miembros "menos productivos" del Senado y dijo que "espera" que Clinton la elija como su compañera de fórmula.

El jueves por la noche, en una entrevista en la que anunció su respaldo formal a Clinton, Warren aseguró que está "lista para entrar en la batalla", con el objetivo de "evitar que Trump se acerque lo más mínimo a la Casa Blanca".

La senadora, que desde el inicio de la campaña ha sonado como posible candidata a la Vicepresidencia, negó su interés por el puesto y haber sido contactada por Clinton o su equipo al respecto.