Al menos 23 personas, cuatro de ellas soldados, murieron ayer en dos atentados suicidas perpetrados en el sureste de Bagdad y contra un cuartel situado al norte de la capital, informó a "Efe" una fuente de la Policía.

En el ataque más mortífero, al menos 19 personas murieron y 62 resultaron heridas cuando un suicida al volante de un coche bomba detonó los explosivos en el barrio de Nuevo Bagdad, en el sureste de la capital iraquí.

El ataque se produjo cerca de una sala de cine y causó, además, numerosos daños materiales en edificios y vehículos cercanos. En un breve comunicado difundido a través de las redes sociales, el grupo terrorista Estado Islámico (EI) asumió la autoría del ataque e identificó al suicida como Abu Muyahid al Iraqi.

Por otra parte, un atentado contra un cuartel militar en la zona de Al Tayi, 30 kilómetros al norte de Bagdad, causó la muerte de al menos cuatro soldados y heridas a otros once, informó la misma fuente.

El ataque fue perpetrado por un suicida que llevaba adosado al cuerpo un cinturón de explosivos, que detonó cerca de la entrada de las instalaciones militares.

Por otro lado, el enviado de la ONU para la guerra de Siria, Staffan de Mistura, anunció que el régimen de Damasco autoriza que las organizaciones humanitarias puedan entregar ayuda en las 19 zonas que siguen bajo asedio, si bien admitió sus dudas al respecto.

De Mistura intenta reactivar las conversaciones de Ginebra, concebidas para que el régimen y la oposición acerquen posturas y pacten una "hoja de ruta" hacia la transición política. El plazo límite sigue siendo el 1 de agosto.