California y otros cinco estados confirmaron en la jornada de primarias del martes que Hillary Clinton ya ha hecho historia. La exsecretaria de Estado, exsenadora y ex primera dama será la primera mujer que pelee por la presidencia de EE UU. Lo hará con el polémico Donald Trump, quien, por su parte, se impuso sin dificultad en los cinco Estados donde los republicanos disputaron el martes sus últimas primarias de este año. Los demócratas aún tienen pendiente, el próximo martes, la cita de Washington D. C.

Clinton, que ya el lunes por la noche había sido entronizada por sorpresa como candidata por los medios, se proclamó vencedora de las primarias el martes por la noche en un mítin en Brooklyn (Nueva York). "Por primera vez en nuestra historia, una mujer será elegida como candidata presidencial por uno de los mayores partidos políticos", afirmó Clinton, quien fue abrazada sobre el escenario por su esposo, el expresidente Bill Clinton (1993-2001).

"Gracias a vosotros, hemos alcanzado un hito histórico", dijo la exsecretaria de Estado en un discurso en el que se mostró claramente emocionada. Clinton se impuso a su rival, el senador izquierdista Bernie Sanders, en California, Nueva Jersey, Dakota del Sur y Nuevo México. El senador por Vermont hizo valer sus credenciales en Dakota del Norte y en Montana.

Tras esta ronda electoral, y a falta de atribuir delegados sujetos a recursos, Clinton cuenta con 2.765 apoyos, cuando la mayoría absoluta es de 2.382. La exsenadora ha obtenido 2.191 (54%) de los 4.051 delegados elegidos en las urnas, gracias al respaldo de 15,7 millones de votantes. Tiene además el respaldo de 574 de los 712 superdelegados, miembros del aparato demócrata. Por su parte, Sanders ha recolectado unos 12 millones de votos, que le han valido 1.816 delegados, y tiene el apoyo de 48 superdelegados.

El presidente Obama felicitó el mismo martes por la noche a Clinton y a Sanders, "por llevar a cabo campañas inspiradoras que han motivado a los demócratas". Obama destacó que Clinton, a quien dará su respaldo oficial en breve, es una extensión de su vida dedicada a la lucha por las familias de clase media y los niños". De Sanders, a quien recibirá hoy en la Casa Blanca, resaltó su "combate de la desigualdad económica" y la denuncia de la injerencia "de intereses especiales" en la política.

Sanders, cuyo objetivo es que se siga oyendo su mensaje de izquierdas, anunció en Los Ángeles que no va a tirar la toalla, porque quiere disputar las primarias de Washington D. C. y, luego, llevar la "lucha por la justicia social, económica, racial y medioambiental" a la convención de Filadelfia.