El Partido Demócrata (PD, centro-izquierda) del primer ministro italiano, Matteo Renzi, se resintió el domingo en las elecciones municipales, al no lograr imponerse en capitales como Roma o Milán, donde tendrá que luchar el día 19 en segunda vuelta, ante el avance del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) del cómico Beppe Grillo.

"No estamos contentos (...) No digo que el resultado sea negativo porque no lo pienso, pero un equipo que quiere ganar siempre, cuando vence, pero no en todos los sitios, no está contento", lamentó Renzi. Un total de 1.342 localidades de todo el país votaron para renovar sus ayuntamientos y, a tenor de los resultados publicados ayer, el PD puede perder plazas como Milán, Turín o Roma.

En Roma, gobernada en el último lustro por el PD, la apuesta de Renzi, Roberto Giachetti, cosechó el 24,9%, muy por debajo de la gran triunfadora, Virginia Raggi (M5S). Raggi, licenciada en Derecho de 37 años, tiene la posibilidad de convertirse en la primera alcaldesa de Roma, donde la ultraderecha avanzó hasta la tercera posición, con el 20,6%. La segunda plaza fue para el PD. En Milán, capital económica del país, Renzi propuso a Giuseppe Sala por su gestión como comisario de la Exposición Universal de 2015, pero el candidato se quedó en el 41,69%, muy cerca del segundo, el conservador Stefano Parisi (40,77%).

En Turín también habrá segunda vuelta, ya que el alcalde saliente, Piero Fassino (PD), no logró pasar del 41,83 % de los votos y tendrá que medirse con Chiara Appendino (M5S), que cosechó un respaldo del 30,92%.

Este resultado ha sido recibido como un rotundo éxito entre los seguidores de Beppe Grillo, que de ganar también en la capital se anotarían dos de las grandes urbes italianas, sumándolas a otras de menor entidad como Livorno, Parma y Ragusa.

Por otro lado en Bolonia, el regidor Virginio Merola, de centroizquierda, cosechó el 39,46% de los sufragios y se enfrentará a la conservadora Lucia Borgonzoni (22,27%).

Pero el gran varapalo para Renzi se produjo en Nápoles, donde su candidata, Valeria Valente, con un 21,1% de los votos, revivió la pesadilla de 2011 y ni siquiera logró situarse entre las dos primeras listas, las únicas que pueden optar a la segunda vuelta. La adelantaron el alcalde saliente, Luigi di Magistris, que llegó al 42,64% apoyado por una lista de izquierdas, y el candidato de la derecha, Gianni Lettieri, con un 24,08% de los sufragios. Donde sí logró imponerse el PD fue en Cagliari, capital de Cerdeña, con el 51% del voto.