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Israel cumple 68 años como el gran país en creatividad tecnológica

"Ha sido lamentable la decisión del consejo ejecutivo de la Unesco sobre Jerusalén al querer reescribir la historia", afirma el embajador israelí en Madrid

Israel cumple 68 años como el gran país en creatividad tecnológica

Israel quiere exhibir su fortaleza con el reconocimiento mundial de la gran "start up nation", la gran nación en creatividad tecnológica, como bandera al cumplir el 68 aniversario de su existencia mientras proclama a los cuatro vientos que no se va a dejar amedrentar por los países y organismos internacionales que deslegitimizan su derecho a vivir en la Tierra Prometida. Dos pueblos, dos estados, es el mensaje que reitera con firmeza el embajador del país hebreo en España, Daniel Kutner, entregado a celebrar estos días la Independencia de Israel (14 de mayo de 1948), con sus invitados entonando emocionados "Esperanza", el himno nacional que adoptaron los sionistas desde su primer congreso en 1897.

Kutner aprovecha la ocasión para celebrar los 30 años de amistad entre España e Israel y agradece al Gobierno en funciones de Mariano Rajoy el decreto firmado hace un año por Felipe VI para reconocer la nacionalidad española a los descendientes de los sefardíes expulsados por los Reyes Católicos en 1492. Y aunque apuesta por la paz y cohabitación entre palestinos y judíos, el diplomático de origen argentino avisa que su pueblo seguirá "en lucha contra los que niegan la legitimidad de los hebreos a vivir en su patria ancestral".

Kutner reconoce que los 30 años de amistad con España iniciados bajo el primer Ejecutivo socialista de Felipe González han estado llenos de claroscuros, ahora despejados con las acciones que el Gobierno del PP ha realizado durante los últimos cuatro años para acercar sin complejos ni presiones de los países árabes a las dos comunidades. "He de reconocer la firme actitud de España contra las campañas de boicot a Israel", destaca sin ocultar su agradecimiento más elocuente al exministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón, quien impulsó el decreto que devuelve la nacionalidad española a los descendientes de los judíos expulsados de España en el siglo XV.

Pero más allá de este gesto de España, Kutner lamenta lo que considera un intento de deslegitimación de Israel por parte de algunas organizaciones internacionales. "Ha sido lamentable la decisión del consejo ejecutivo de la Unesco sobre Jerusalén", critica al referirse al documento "que pasa olímpicamente de la conexión del pueblo judío con Jerusalén, nuestra capital y centro espiritual". El Monte del Templo, lugar sagrado para cristianos, judíos y musulmanes, aparece en la resolución de la Unesco únicamente bajo el nombre árabe de Haram Ashsharif y se refiere a la plaza del Muro Occidental de las Lamentaciones como Plaza Burak ignorando los lazos judíos con estos dos emplazamientos. "Un lamentable intento de reescribir la historia para negar nuestros derechos", denuncia sin cortapisas.

Acompañado por su esposa Shirley, bióloga y destacada científica que se disputan ahora en España los centros de investigación más avanzados, Kutner mira el futuro de su país con esperanza controlada. "La región en la que vivimos nos sigue imponiendo desafíos para la seguridad de nuestros ciudadanos", avisa el diplomático de una nación que combate con la más alta tecnología militar la amenaza del islamismo yihadista mientras ve con preocupación la desmembración de Siria y mantiene un pulso titánico con su vecino Irán.

"La volatilidad de nuestra región nos exige prudencia también en nuestras relaciones con los palestinos", continúa Kutner, experto en historia de los países árabes, tras lamentar que el proceso de reconciliación iniciado en Madrid hace 25 años entre palestinos y judíos no prosperase "como todos esperábamos".

"Quiero recalcar que Israel continúa apoyando una solución basada en dos estados para los dos pueblos con un Estado palestino desmilitarizado que reconozca al Estado judío", proclama el embajador de Israel en España, harto de "los que boicotean a nuestro pueblo, mientras hacen la vista gorda a quienes cometen masacres y verdaderamente pisotean los derechos humanos ", añade enérgico al apuntar a los islamistas más radicales. "Invitamos al diálogo crítico, pero llamamos a nuestros amigos a sumarse a la lucha contra los que niegan nuestra legitimidad", insiste este bonaerense de nacimiento que a los 18 años abandonó Argentina para incorporarse a la vida de un kibutz y ayudar al Estado israelí. "Vengo de una familia muy sionista", reconoce y siempre tuvo muy claro que su vida iba a estar "al servicio" de su país.

El recorrido hecho por Israel en estos 68 años de existencia ha sido "toda una hazaña", celebra entusiasmado. En 1948 tan solo residían en este joven país de Oriente Próximo 600.000 personas y hoy son más de ocho millones. "Hemos logrado encontrar nuestro nicho en una economía mundial muy competitiva, canalizando la energía creativa de nuestros investigadores, emprendedores y empresarios en un sector innovador y de vanguardia tecnológica para convertirnos en lo que se ha llamado la gran start up nation", concluye orgulloso este diplomático que aterrizó el pasado mes de agosto en Madrid.

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