El virtual aspirante republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, mostraron ayer con un encuentro en la sede del comité nacional de la formación, en Washington, que el partido ya ha asumido que el magnate será su candidato, y que hasta las elecciones de noviembre hay tiempo para limar asperezas.

Ryan, que hace una semana aseguró no estar "listo" para apoyar a Trump, consideró la reunión de ayer como "un paso muy positivo para la unificación" del partido. Y aunque ambos reconocieron "unas pocas diferencias", también indicaron que "hay importantes áreas comunes". "Confiamos en que sea una oportunidad para unificar el partido y ganar en otoño, y estamos totalmente comprometidos a trabajar juntos para alcanzar ese objetivo", añaden.

El magnate ha empezado a aligerar algunas de sus controvertidas propuestas. Así, en una entrevista en la cadena Fox News dijo que su idea de prohibir temporalmente a los musulmanes emigrar a EE UU es "solo una sugerencia". Sin embargo, sigue resistiéndose a revelar sus declaraciones de la renta.