Las reticencias del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a cumplir las exigencias de la UE para levantar en junio la exigencia de visado a los ciudadanos turcos ponen en peligro el pacto sobre refugiados entre las dos partes. Erdogan, envuelto en una crisis política creciente en su país, se niega a efectuar las modificaciones que reclama la UE en la legislación antiterrorista turca.

El ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière, se mostró ayer escéptico respecto a la disposición de Erdogan a cumplir los criterios exigidos por la UE y, en consecuencia, consideró que el pacto, firmado el pasado marzo, está en peligro. Si Erdogan no cumple todos los criterios, "entonces no habrá exención de visados", advirtió el dirigente alemán.

En paralelo, crece la oposición al pacto en el Parlamento Europeo. El pleno de la Eurocámara se mostró ayer muy crítico tanto con el pacto en sí como con el plan para eximir de visado de entrada en la UE a los ciudadanos turcos. Un gran número de eurodiputados calificaron de "chantaje" el comportamiento de Erdogan con la UE en el contexto de la crisis de los refugiados.

Bruselas selló un pacto migratorio el pasado 18 de marzo para frenar la llegada de inmigrantes y refugiados a Europa a cambio de 6.000 millones de euros y ventajas como la liberalización de visados y el desbloqueo de las negociaciones para el ingreso de Turquía en la UE. Sin embargo, tras la reciente caída en desgracia del primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, Erdogan ha lanzado una nueva ofensiva presidencialista en la que se enmarca su desafío a la Unión Europea.