El presidente de EE UU, Barack Obama, anunció ayer el envío de 250 soldados a Siria para apoyar a las milicias locales que combaten sobre el terreno al grupo yihadista Estado Islámico (EI). Este contingente se unirá a los 50 miembros de unidades especiales del Ejército de EEUU que operan en suelo sirio desde finales del pasado año.

Obama, que se había venido negando a desplegar fuerzas en tierra, hizo el anuncio en Hannover (Alemania), donde está de visita para entrevistarse con la canciller Angela Merkel e inaugurar la mayor feria mundial de tecnología industrial, que tiene este año a EE UU como país invitado.

El presidente destacó que el nuevo envío de tropas tratará de dar solidez a los avances contra el EI que se han conseguido en los últimos tiempos, y contribuir en labores de "entrenamiento y apoyo". Los soldados, en su mayoría de fuerzas especiales, no forman parte de una misión de combate, aún cuando trabajen cerca de las líneas de frente

Su principal tarea declarada será intentar el refuerzo con árabes suníes de las unidades kurdas que combaten a los yihadistas del EI en el noreste del país. El envío se producirá pese a las sostenidas reticencias del presidente a mandar tropas a Siria -su opción preferida era limitarse a los ataques aéreos- y en medio de una creciente presión para reforzar la lucha en tierra contra el EI.

El anuncio de Obama se suma al que hizo recientemente el secretario de Defensa de EE UU, Ashton Carter, sobre el envío de otros 217 soldados estadounidenses a Irak para trabajar en la formación del ejército local.

Obama se reunió ayer con la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente galo, François Hollande; y los primeros ministros de Reino Unido e Italia, David Cameron y Matteo Renzi. Fue una cumbre en la que el presidente de EE UU reafirmó su apuesta estratégica por el eje transatlántico, pero exigió a sus socios más esfuerzos en las crisis de su entorno, tanto en el mundo árabe -de Siria a Libia- como en Ucrania, y tanto en el combate contra el terrorismo yihadista como en la gestión de la crisis de los refugiados.