Al menos 28 miembros del Estado Islámico (EI) murieron ayer cuando atacaron con armas pesadas unas instalaciones petroleras en la ciudad de Al Bariqa, 790 al este de Trípoli. Las plantas petroleras de Libia siguen siendo objeto de intensos enfrentamientos entre milicianos y yihadistas del EI, que intentan hacerse con el control de recursos estratégicos.