El presidente de EE UU, Barack Obama, lanzó ayer una seria advertencia a los euroescépticos británicos al asegurar que el "Brexit" -la salida del Reino Unido de la UE- acarrearía graves perjuicios comerciales al país. Obama llegó el jueves por la noche a Londres, dentro de su actual gira, iniciada en Arabia Saudí y que se rematará este domingo en Alemania.

Obama, que ya había defendido desde EE UU el "sí" en el referéndum del próximo 26 de junio sobre la permanencia del Reino Unido en la UE, se reafirmó ayer en sus postulados, para escándalo de los euroescépticos. A la cabeza de ellos, el alcalde de Londres, Boris Johnson, que desató en momentos una polémica de tintes racistas al calificar al líder demócrata de "presidente medio keniano", expresión que la valió la condena inmediata de buena parte de la clase política.

Al margen de los intentos de descalificación, la acusación más repetida por los euroescépticos es la de que Obama es un "hipócrita", porque defiende para el Reino Unido cesiones de soberanía que no aceptaría para su país.

El inquilino de la Casa Blanca repitió ayer dos veces sus argumentos, primero en un artículo publicado en el "Daily Telegraph" y luego en una rueda de prensa conjunta con David Cameron, que defiende la permanencia en la Unión Europea.

Para el presidente de EE UU, que justificó su intromisión en asuntos internos británicos apelando a la "especial relación" entre los dos países, la pertenencia a la UE, lejos de disminuir la influencia británica en el mundo, "la magnifica", porque "una Europa fuerte no es una amenaza para el liderazgo global del Reino Unido, (sino que) aumenta el liderazgo global del Reino Unido".

Tras la zanahoria, Obama sacó el palo en la rueda de prensa y advirtió a los británicos de que una salida de la UE les relegaría "a la cola" en los acuerdos comerciales internacionales y, en concreto, en el que están negociando EE UU y los 28 sobre libre comercio e inversión (TTIP).

"Hablando con sinceridad, el resultado de esa decisión (el referéndum) es un asunto de un profundo interés para Estados Unidos porque también afecta nuestros proyectos", dijo Obama.

A su juicio, el Reino Unido no podría fraguar un acuerdo comercial con EE UU "en breve", si abandona la UE, debido al especial interés de Washington por llegar a un acuerdo con el bloque europeo. "Sobre ese asunto, creo que es justo decir que podría haber en algún momento un acuerdo comercial entre Estados Unidos y el Reino Unido, pero no va a suceder pronto porque nuestro foco está en negociar con un gran bloque, la Unión Europea, para lograr un acuerdo comercial", dijo.

Antes de reunirse con Cameron Obama y su esposa, Michelle, se dirigieron en helicóptero al castillo de Windsor, a las afueras de Londres, para almorzar en privado con la reina Isabel II y su esposo, el duque de Edimburgo, y felicitarla por sus 90 años, que cumplió el jueves.