La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) expresó ayer su temor a que al menos 500 personas murieran la semana pasada en el naufragio de un barco en aguas del Mediterráneo entre Libia e Italia. Acnur cita como fuente supervivientes de la tragedia llegados a la localidad griega de Kalamata, en el Peloponeso. Se trataría del mismo naufragio del que ya informaron el pasado lunes las autoridades alemanas e italianas, aunque de modo impreciso. Berlín y Roma cifraron entonces en 300 los muertos y situaron el naufragio en aguas próximas a Egipto.

Según los testimonios recogidos por Acnur, ha habido "41 supervivientes, de los que 37 son hombres, tres mujeres, y hay un niño de tres años". El rescate de esas personas lo hizo "un barco mercante que los llevó a Kalamata el pasado sábado, 16 de abril. Rescataron a 23 somalís, 11 etíopes, seis egipcios y un sudanés", señaló la agencia de la ONU.

"Los supervivientes nos han dicho que formaban parte de un grupo de entre 100 y 200 personas que salieron la pasada semana de una localidad cercana a Tobruk, en Libia, en una embarcación de unos treinta metros de eslora", agrega el comunicado de Acnur.

La agencia relata que "después de navegar varias horas, los traficantes intentaron transferir a los pasajeros a un barco más grande, colocando a cientos de personas en condiciones terribles de hacinamiento. En algún momento durante ese cambio de barcos, el más grande volcó y se hundió", relata Acnur.

Según la agencia de la ONU, "entre los 41 supervivientes hay personas que no habían subido todavía a la embarcación más grande. Estuvieron a la deriva en el mar durante posiblemente tres días, hasta que el 16 de abril fueron encontrados y rescatados".

De confirmarse el relato de los emigrantes rescatados, Europa estaría ante una tragedia similar a la que se produjo hace un año, cuando unas 700 personas desaparecieron en aguas del canal de Sicilia al intentar alcanzar las costas de Italia, provenientes de Libia. Ese suceso se convirtió entonces en la mayor tragedia de este tipo ocurrida en el Mediterráneo en las dos últimas décadas.

Precisamente, la ruta libia está renaciendo en las últimas semanas, pese a su peligrosidad, como consecuencia del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para la deportación a este último país de todos los refugiados llegados a islas griegas del Egeo después del 20 de marzo.

La Comisión Europea informó ayer de que en las tres semanas anteriores al 20 de marzo, 26.878 personas arribaron de manera irregular a las islas griegas, mientras que 21 días después de la aplicación del acuerdo con Turquía eran ya sólo 5.874 los indocumentados llegados por esa vía.

El impacto de esta mutación en la ruta libia fue ayer admitido por el comandante de la operación naval de la UE contra las mafias que trafican en el Mediterráneo, el contraalmirante italiano Enrico Credendino. "Hay un tipo de reversión. En las últimas tres semanas, hemos observado que el 55% de las personas vinieron por el sur y el 45% por la ruta del este", explicó el militar italiano.