La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, redujo ayer sus apoyos al perder el concurso de la cuarta fuerza política, el Partido Progresista, que anunció su salida del Gobierno y su intención de votar a favor de su destitución si finalmente la mandataria es sometida a un juicio político. El Congreso debatirá de viernes a domingo en sesión plenaria extraordinaria si eleva la petición de juicio político al Senado, que sería la instancia encargada de llevarlo a cabo.

El PP tiene 49 diputados y su decisión sigue la del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), primera minoría, con 68 escaños. La segunda minoría es el PT, de Rousseff, con 58 diputados, y la tercera es el también opositor Partido de la Social Democracia Brasileña, con 50.